Microsoft desarrolla un buscador que impulsará la Web 3.0 o Red semántica. La nueva Internet nos hará la vida más fácil. Mientras Microsoft apuesta por este avance, otros gigantes de las telecomunicaciones como Google han optado por desmarcarse de esta evolución y optan por no pronunciarse.
Cuando Tim Berners-Lee creó la Red hace 20 años predijo su evolución hasta la Web semántica, que es la base de la Web 3.0 y la siguiente etapa de Internet. Tendrá máquinas que se comunicarán de forma mucho más eficaz, aprenderán, deducirán y hablarán con los humanos. Sin embargo, se impusieron los algoritmos matemáticos para escribir las primeras páginas de la Red de redes, mucho más asequibles para los informáticos. Diez años después, cuando Internet era una realidad incontestable, Berners-Lee decidió impulsar la tecnología semántica en la Web, que todavía es utilizada de forma puntual. El éxito de la fuerte apuesta de Microsoft por hacer un buscador con tecnología semántica impulsaría la Web 3.0 y, con ello, la llegada de la Internet inteligente.
El impulso de Berners-Lee para la implantación de la Web semántica no es baladí. Dirige el World Wide Web Consortium (W3C), organismo normalizador e impulsor de Internet al que pertenecen más de 400 miembros, incluyendo a las empresas tecnológicas más importantes del mundo. Tras la decisión de impulsar la Web semántica hace 10 años, la W3C ha sentado sus bases y ha puesto a disposición de la comunidad de Internet las herramientas requeridas para su realización. Con ellas se superará la tecnología sintáctica, base de la Internet actual, que se limita a conectar páginas web. La tecnología semántica permitirá conectar todo tipo de informaciones y evitará la navegación por decenas de páginas para realizar una búsqueda.
La nueva Internet nos hará la vida más fácil. La mera superposición de nuestra agenda y nuestra cuenta bancaria nos dirá el día, la hora y el lugar en que hemos realizado cada gasto. La Fundación Marcelino Botín utiliza la tecnología semántica normalizada de W3C para realizar un portal sobre el patrimonio cultural de Cantabria. “Usamos la semántica para relacionar contenidos de diferente procedencia. Si pinchamos en Menéndez Pidal, por ejemplo, sale la información de todas sus vertientes, la humana, como profesor o como escritor, de forma automática y sin tener que ir de un link a otro para conocerlas”, explica Francisca Hernández, directora del proyecto.
Será complejo y caro convertir los algoritmos matemáticos base de toda la información de Internet a lenguaje semántico. Hay trillones de páginas en Internet y los expertos evalúan que en su traducción se podría llegar a cuadruplicar el tiempo necesario para hacer una web. Los primeros pasos se dieron hace 5 años, y su crecimiento es lento.
La tecnología semántica es, sobre todo, utilizada por pequeñas empresas que hacen desarrollos puntuales para organismos y grandes firmas. Suelen centrarse en la atención de consultas públicas, como los muñecos robots de atención al cliente de la web de Grupo Vodafone o el servicio de ayuda para buscar información de Tata. Los blogs, buscadores como Yahoo y Mozilla o Wikipedia incorporan, poco a poco, tecnología semántica.
El freno de Google
Google ha decidido desmarcarse de esta evolución y no se pronuncia sobre la Web 3.0, “porque no es un tema que tenga que ver con nosotros”, asegura un portavoz. El buscador, que tiene más del 61% del mercado mundial, utiliza tecnología semántica en una pequeña parte de la realización de sus búsquedas, pero no es la normalizada por W3C. Oficialmente no piensa en una evolución hacia la Web semántica, y las declaraciones de algunos de sus directivos son calificadas como “opiniones personales realizadas como experto, pero no como trabajador de Google”, según el portavoz.
Juan Quemada, catedrático de Ingeniería Telemática y representante de W3C en la Escuela Superior de Ingenieros de Telecomunicación de la Universidad Politécnica de Madrid, asegura que “Google no apuesta por el desarrollo de la Web semántica, ni ayuda al de la normativa en W3C porque su implantación podría abrir vías a nuevos competidores”. En la prensa internacional se han escrito acusaciones similares. El mismo Berners-Lee ha dicho que Google podría ser reemplazado como líder supremo de Internet por otra compañía que utilice la Web semántica, a pesar de haber desarrollado un método muy eficaz de búsqueda que le ha posicionado como líder.
El papel de Microsoft
La pelota está ahora en el tejado de Microsoft. El gigante de software para ordenadores se prepara para librar la batalla por Internet, imprescindible para mantener su dimensión empresarial a largo plazo. En unos años, los ingresos de las empresas de TI y telecomunicaciones procederán de los servicios y la publicidad movida en Internet, porque todos los terminales serán meras ventanas asomadas a la Red. Y quien domine las búsquedas dominará el mercado publicitario, porque el 54% de las compras se inician en buscadores, frente a un 30% que van directamente a la página del servicio o la tienda. El éxito del navegador de Microsoft, Explorer, es incontestable y ronda la mitad del mercado en las economías occidentales, pero su buscador LiveSearch no despega y apenas alcanza el 9% de las búsquedas estadounidenses, porcentaje que baja en otros países.
Desde hace años, Microsoft quiere aumentar su presencia en el mercado de los buscadores. La operación más seria ha sido la OPA sobre Yahoo, por la que estaba dispuesto a pagar 47.500 millones de dólares, y que fracasó a mediados de 2008 por la resistencia de la empresa opada. En julio pago unos 100 millones de dólares por Powerset, buscador semántico para la Wikipedia. “Microsoft cree en la búsqueda semántica y vimos que la tecnología de Powerset era muy buena y desarrollada de acuerdo a la normativa de W3C. Apostamos por la Web semántica, y estamos viendo cómo exportar esta tecnología a Internet”, indica Juan Antonio Roncero, Search Manager de Microsoft España.
Powerset será el germen del nuevo buscador semántico de Microsoft y su éxito determinará el tiempo de implantación de la Web 3.0. “La Web semántica es el futuro y será una realidad a medio plazo. Llegará antes si Microsoft mantiene su apuesta por lanzar un buscador semántico basado en las normas de W3C, porque en cuanto Google tenga una dura competencia incluirá la normativa semántica. Hace falta el empuje de una empresa con la fuerza de Microsoft para lograrlo”, asegura Dolores Reig, consultora en Web semántica.
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